Una Carta Jamás Enviada

Hola, cómo estás? Espero que todo espectacular... Bueno, en tu vida todo siempre ha brillado mucho. Quizás porque lo merecés. Espero que siga así o mejor. Te acordás de mí? Sí, soy esa amiga que hace no tanto tiempo escuchaba todas tus penas y secretos. Hace bastante que no sé nada de vos, probablemente vos tampoco nada de mí, pero tengo la esperanza de que aún te robe una sonrisa algún recuerdo mío. A mí tus recuerdos me sacan muchas sonrisas! A veces algunas lágrimas también...
No sé que me ha impulsado a escribirte esta carta, quizás el hecho de que todavía sigo buscando algo tan especial como lo que teníamos... Pero lo importante es que he tomado el valor de escribirte,y ahora estarás leyendo estas líneas que con tantos sentimientos mezclados dentro de mí, he plasmado en este papel...
Te confieso que por un tiempo largo, creí odiarte con la misma fuerza que alguna vez te quise. Sentí que me habías abandonado, que habías tirado a la basura con indiferencia todo lo que habíamos construído, y eso que nos había llevado años! Porque no fue de un día para otro que yo empecé a confiar en vos, ni fue de un día para otro que vos supiste que yo era la persona indicada para verte llorar o verte reír... Pasaba el tiempo y no tenía noticias tuyas, y mis sentimientos iban cambiando paulatinamente... Tristeza, rencor, bronca, desolación, decepción... Pero todo pasa. A veces tenemos que esperar a que nos sucedan muchas cosas para realmente entender el porqué de esas cosas que nos sucedieron. Al principio yo no lo entendía, por qué nuestra a mistad ya no era la de antes? Si hasta nos habíamos prometido cariño eterno con un par de chicles y una caja de fósforos ... Y esos juramentos no se rompen, porque adentro de esa caja y junto a los chicles, había tanta inocencia... Tantos primeros amores, tantos primeros besos, tantos primeros bailes, tantos primeros secretos... Pero el tiempo, muy conocido por su nula piedad y su indiferencia, pasó ... Y los sentimientos también fueron cambiando... Todavía queda tristeza, pero en contraste con todo lo demás que allí en mi alma descansa, la cosa es diferente... Se siente menos cruel, menos punzante.
Hoy entiendo que la tristeza es un paso obligado antes de la alegría, y que jamás es posible odiar con tanta intensidad como se quiere... Hoy entiendo que tuviste oportunidades para volver a acercarte a mí y no lo hiciste, pero que yo también tuve oportunidades de acercarme a vos y tampoco lo hice... Hoy entiendo que con vos aprendí muchísimas cosas. Aprendí sobre decepción, no puedo negártelo, sería hipócrita de mi parte.. Pero también aprendí que cuando se quiere en serio los límites no existen, y que la amistad es simplemente maravillosa. Que es mentira que las promesas no se rompen, puede pasar que se quiebren...Pero que a veces es más importante cumplir otras cosas que jamás se prometieron.
Hoy, te deseo desde lo más profundo de mi corazón, que seas muy feliz ! Y a veces en mis intervalos de egoísmo, puedo desear en secreto que te arrepientas de haberme perdido ... Pero comprendeme, no me juzgues. Simplemente es el reflejo de la tristeza que todavía queda muy en la profundidad de mi alma, y que a veces habla por mí... Y es que probablemente viva toda mi vida extrañándote, pero yo estoy segura de que ambas viviremos todas nuestras vidas recordándonos. Con sonrisas o lágrimas, no interesa. En algunos casos lo importante solamente es recordar.


Nadia.