lunes, 30 de junio de 2008

Somos creativos, a falta de paisaje

Rosario tiene lindas minas y buen fútbol. ¿Qué más puede pretender un intelectual?. Esa es mi respuesta cada vez que me preguntan por qué vivo en Rosario. Hecho que, por otra parte, no es demasiado curioso. Un millón doscientas mil personas han tomado la misma determinación.


Lo de las mujeres, señores, es destacable. Más de una vez pensé, y hasta lo propuse, que si había que hacer una campaña publicitando Rosario como destino turístico, a falta de mar, picos nevados o juegos de azar, teníamos que hacer hincapié en lo de las mujeres. Considerando, además, que ya pasó aquel momento brillante de la ciudad, cuando se proclamaba Capital Mundial de la Prostitución y miles de turistas llegaban a la Chicago Argentina en busca del luminoso barrio de Pichincha. Momento que, por lógicas razones cronológicas, no pude vivir, lo que me recuerda aquella frase de Woody Allen: "Yo me perdí la Revolución Sexual por dos meses". Admito que nunca encontré una frase impactante para mi propuesta publicitaria. La fellinesca"Rosario, la ciudad de las mujeres" suena un tanto obvia y sin gracia. "Rosario, Capital Nacional de la Potra", rotunda y aceptada rápidamente por la vulgaridad de mis amigos, era sin duda burda y bastante peyorativa hacia el género femenino. Buscar algo en torno a "loba", nos hubiera emparentado demasiado con Roma. La idea quedó en la nada.




Este impulso mío de resaltar la belleza de las mujeres locales se contrapone, paradójicamente, con una inquietante y reveladora teoría que estoy por lanzar en breve mediante mi ensayo Somos todos feos. Sostengo allí, valientemente, que el 90% de los seres humanos nos dividimos, estéticamente, entre normales, feos y horribles. Solo hay, lo lamento, un 10% de bellos, que son aquellos a los que se les paga por su condición de hermosos, aparecen en las tapas de las revistas, desfilan en las pasarelas y brindan sus nombres a perfumes costosos. No se les exige decir frases ingeniosas, pensar o emitir opiniones profundas. Sólo se les reclama que sean lindos. Cuando se generaliza diciendo "La mujer brasileña es bellísima" o "El hombre argentino es muy buen mozo", se habla, duro es admitirlo, de un 5% de nuestros habitantes. Pero toda teoría tiene su excepción, mis amigos. Y debo aceptar que la mujer rosarina (como la de Cali, Colombia) está muy pero muy buena. Rebuena, dirían los chicos. Y aquí también arriesgo un par de explicaciones a tal fenómeno natural. Primero: la soja. Esta leguminosa (hoy por hoy alimento estrella a nivel mundial) es la base nutricia de la mujer rosarina, la que la hace más sólida, más maciza, más protuberante y más sabia. Segundo: la pendiente de la ciudad hacia la costa. Desde la época de las lavanderas, nuestras señoras han debido bajar hacia el río, descender hacia el Paraná por calles empinadas como Laprida o Rioja, lo que las obliga a echarse hacia atrás buscando el equilibrio, comprimiendo los glúteos, tensando los músculos del estómago y sacando pecho, para sostener, además, el canasto de ropa sobre sus cabezas. Los resultados están a la vista, mis amigos, aunque no todos al alcance de la mano. Usted no puede darse vuelta a mirar a una señora en la peatonal Córdoba porque se pierde. Se pierde la que viene de frente. La exaltación de las mujeres, asimismo, se entronca en el recurso rosarino de defender la ciudad rescatando el paisaje humano ante la moderada oferta de atractivos geográficos mayores. Seamos realistas, el Paraná boca arriba (como poetizó Pedroni) es enorme, pero no es el mar y alrededor no tenemos ni siquiera mansas serranías, como Córdoba. Entonces, cada vez que el rosarino habla de Rosario, menciona nombres y apellidos: el Che Guevara, Olmedo, Fito Paéz, Baglietto, el Gato Barbieri, etc. etc. etc. Por ahí va la cosa. Más que nada por el lado de la Cultura. Y sobre la cultura rosarina siempre hay una mirada curiosa, desde otras latitudes. " ¿Por qué en Rosario se produce un movimiento cultural tan grande?", suelen preguntarme periodistas porteños, por ejemplo, que llegan a Rosario y no encuentran lugar en los hoteles, copados por un miniturismo atraído por la oferta de teatro y espectáculos musicales, cuando no congresos o simposios. "Porque en Rosario no hay otra cosa para hacer" contesto yo, medio en serio, medio en broma. Lo que no es absolutamente cierto, pero que algún viso de realidad tiene. Las ciudades turísticas no se caracterizan por generar cultura. En Bariloche, digamos, la gente tiene puesta su energía en alquilar esquís, elaborar chocolate, ahumar ciervos y ofrecer perros San Bernardo con los cuales sacarse fotos. En Mar del Plata la energía recaerá en ofrecer barcas para pescar tiburones, organizar un Bikini-Open, fritar cornalitos y vender choclos en Punta Mogotes. Siempre me pregunto "¿Cuántos escritores dio Las Vegas?". Debe darse, además, en ciudades como Rosario, un condimento de contagio. "Si de acá salió Fito -se preguntará algún pibe, como el mío, que toca el bajo- y salió Baglietto y salió Litto Nebbia.¿Por qué no puedo salir yo?". Los proyectos artísticos no suenan, entonces, tan descabellados. Como nadie se asombra en Rosario si un pibe apunta para futbolista profesional. Todos conocemos varios, hijos de amigos, sobrinos o conocidos que ha aparecido en las inferiores de Ñuls, Central o Renato Cessarini. En definitiva, Rosario es como una Buenos Aires más chica, afortunadamente más chica y con muchos menos habitantes. Soy, lo confieso, uno de los tantos rosarinos que anhelan, egoístamente, que no seamos millones. Nadie ha podido explicarme cual es la ventaja de ser muchísimos, dónde radica el beneficio de ser como San Pablo, o ciudad de México, exagerando. Rosario es una ciudad de inmigrantes, marcadamente italiana, más tanguera que folclórica, más comerciante que colonial, que busca un perfil identificatorio a través de lo que hace y produce, Pero claro, nuestra proximidad con Buenos Aires a veces nos mimetiza con ella. Hablamos como los porteños, el tango nombra a San Juan y Boedo antiguo y todo el cielo pero ignora el Monumento a la Bandera, no tenemos un cantito como cordobeses, tucumanos o santiagueños y todo esto, en ocasiones, nos acompleja, nos hace pensar que no somos diferentes ni reconocibles o que nos falta una personalidad clara y avasalladora. En verdad, nunca me desveló ese tema. "El estilo es la insistencia" dijo alguien. Y es ocioso sentarse a esperar un estilo. Poco habría producido yo si, antes de empezar a dibujar, hubiese pretendido definir mi estilo. El estilo aparecerá con el correr del lápiz. A mi juicio la identidad, como el movimiento, se demuestra andando. Con una buena cuota de creatividad. Rosario es una ciudad de creativos, mis amigos. Por algo Belgrano, para crear la bandera, eligió Rosario.




Roberto Fontanarrosa

Porque dentro de menos de un mes, se cumple un año de la ausencia de este genio !!

Nai-

miércoles, 18 de junio de 2008

¿Qué mierda nos está pasando?

Tenía pensado postear algo acerca del CHE guevara, en vistas del 80° aniversario de su natalicio. Un texto que compilara algo biográfico y de opinión a la vez, como suelo hacer... Pero estoy indignada, dolida, triste, desencantada, desilusionada y decepcionada, de esta raza de mierda a la que me toca pertenecer.

Acabo de leer una noticia, que tuvo lugar varios días atrás, sobre un perro al que le fueron mutiladas dos patas y la cola, al parecer como parte de un ritual satánico... Si se pensaban que acá iba inserta la pregunta "¿Qué mierda nos está pasando?" están equivocados, porque es totalmente obvio que las personas que hicieron esto, son anormales, enfermas y psicóticas. Ahora, el perro, estuvo tirado durante casi dos días, inmóvil y desangrándose y NADIE HIZO NADA... Ahora sí, entonces cabe preguntar: "¿Qué mierda nos está pasando?"


Acá está la noticia:


Perros amputados en supuestos rituales Umbanda
Una asociación civil protectora de animales denunció tres casos de perros y gatos mutilados en el partido bonaerense de Merlo. A partir de testimonios de vecinos, sospechan que son producto de rituales Umbanda.


Una asociación protectora de animales denunció que en el partido bonaerense de Merlo aparecieron por lo menos tres perros mutilados en espacios públicos y sospechan que son el producto de rituales realizados por practicantes de la religión Umbanda.Carolina Martin, de la Asociación Civil Proyecto 4 Patas , dijo a minutouno.com que en la madrugada del martes pasado rescataron a “Campeón”, un perro de raza Ovejero Alemán, al que le faltaban una pata delantera, la cola y una de las patas traseras.
El animal estaba tirado en la plaza de la localidad de Libertad, una de las más pobres de Merlo, cercana a la estación de trenes del ex Ferrocarril Belgrano Sur. Martin dijo que el veterinario que atendió a “Campeón” supuso que los miembros del perro fueron cortados con un machete o un hacha, por el tipo de heridas que presentaba, y que no es el primer caso. “No es el primer caso que nos encontramos algo tan terrible hecho a propósito con este grado de sadismo, brutalidad y salvajismo” denuncia la asociación en la página web salvenme.com.arOtro dos perros aparecieron mutilados y muertos en la zona además de un gato siamés, cuya dueña sospecha de practicantes de la religión Umbanda que realizan rituales con animales.Según contó Martin a este diario, la dueña del gato siamés les dijo que su mascota solía merodear por la casa de unos vecinos en donde supuestamente realizan rituales en donde también sacrifican pollos. Luego su gato apareció amputado. El Proyecto 4 Patas denuncia el maltrato y busca concientizar a la sociedad para que salga de la indiferencia ante estos casos, ya que “ Campeón” estuvo varias horas abandonado en la plaza hasta que fue rescatado, a pesar de que es un lugar muy transitado.“Campeón” ya fue operado y se abrió una caja de ahorro en la sucursal 147 de Banco Río , a nombre de Carolina Martin, para recaudar fondos para las curaciones que necesita el desdichado animal.


fuente: http://www.mdzol.com/mdz/nota/48949-Perros-amputados-en-supuestos-rituales-Umbanda/



Obviamente acá no voy a poner en discusión, la ignorancia, el sadismo y la maldad de estas personas, pero... y quiénes pasaron durante ese día y medio, al lado de Campeón, no fueron capaces de denunciar semejante acto? Qué le pasa a esta sociedad, que tiene una indiferencia atroz para con todo lo demás? No entiendo, de verdad, no logro comprender, no llego a descifrar el por qué de tanto odio. A ver, si mirando la foto de ese pobre perro, a alguien se le puede ocurrir alguna razón para MUTILARLO (lo pongo en mayúsculas porque me suena tremendo, y es necesario que el tema cause el impacto que merece causar).

Por Dios, los casos de maltrato animal son muchos, MUCHíSIMOS. Éste es solo uno de ellos, que por su particular crueldad fue masivo y difundido.

Me cuesta tanto, tanto pero tanto entender a aquellos que no ven en los animales seres que por su inferioridad intelectual necesitan protección... ¿Como es posible, me pregunto, que no se vea lo indefensos que son ante el arma, la crueldad, la mala intención, el abandono, la usurpación, humana ? ¿A quién se le ocurre maltratar a un ser que lame la mano que le pega? ¿En qué otro ser vivo se va a encontrar tanta ternura?¿Será que el hombre está tan sumido en su soberbia, que se olvidó que el poder de razocinio no es un rasgo que lo separe de los animales, sino un privilegio que tiene, y que lo une más a la causa de protección animal?¿Desde cuándo los animales no sienten?...¿No será que el que dejó de sentir, es el ser humano?

Me siento muy triste, cada vez más alejada de un sentimiento legítimo de pertenencia a esta gente de mierda, que cada vez tiene menos de gente, y más de mierda...

Por suerte, también existen personas como las que integran el Proyecto 4 Patas, que se preocupan por esos seres que tienen tan poco lugar en el mundo, debido a ese otro ser, que ocupa todas las tierras y recursos, como si siempre hubieran sido de él y sólo de él...

Les quiero comentar que Campeón ya está muchísimo mejor... Fue operado y se le tuvo que amputar la patita de adelante, pero ya come, y bebe, y hace pis por sí mismo ... Paradójico, ¿no? Un perro, que no piensa... Pensando en vivir.











Entiendo que mucha gente critica a los proteccionistas, por estar avocados a la tarea animal y no darle la misma importancia a la tarea humana ... El abandono en los niños, el descuido entre nosotros, de nuestra propia raza, es algo que quizás sea más complicado de entender... Pero uno empieza a ver al hombre como un enemigo del planeta, y a los animales, como a aquellos indefensos que sufren día a día de los perjuicios causados por el desinterés de aquellos que por diferentes razones, dejan de razonar, y comienzan a lastimar.





Había un par de videos más que hubiese querido postear, pero... las imágenes eran demasiado fuertes.

A ver si empezamos a ser más animales, y menos humanos...


Dedicado al amor de mi vida, Danilo:


Nai.

miércoles, 4 de junio de 2008

A 90 años de la Reforma Universitaria.

Primero en principal, quiero agradecer a todos los que se comprometen y votan (porque expresar la opinión, es comprometerse). Y aquí arrojo los resultados tal cual los he cosechado para que cada cual, saque sus propias conclusiones (y vamos la educación pública , nomás !!)




Segundo: el 15 de Junio se cumplen 90 años de la Reforma Universitaria, aquella que comenzó en Córdoba y se extendió no sólo en todo el país, si no que además fue un antecedente directo de sucesivas reformas universitarias en toda Latinoamérica.


Nos situamos en un contexto diferente al que se enseñaba en las aulas: nuestro país, ya era Nación, sin embargo aún controlado por potencias extranjeras (esta vez no bajo la colonización que tanto se había pregonado a principios del siglo XVI con el descubrimiento del Nuevo Mundo y la posibilidad de su explotación, sino una colonización un tanto más sutil, consecuencia del capitalismo y de la industrialización ya regente en el mundo). La educación universitaria era el resultado de una sumatoria de situaciones, que al fin y al cabo, terminaban encareciéndola: un modelo de país agro exportador que nos fue impuesto (el "granero del mundo"), una visión demasiado europea que poco se adaptaba a la realidad latinoamericana (a la que, por más que les haya costado admitir a ciertos personajes de la historia, siempre pertenecimos), la influencia siempre presente de la Iglesia , hasta ese entonces, en la manera de educar (y de pre-fabricar mentes). Todo esto, creaba un combo fatal para los futuros profesionales, que salían de las universidades con una formación precaria, pobre y atrasada.



El 15 de Junio de 1918 se da a conocer el "Manifiesto de la Reforma Universitaria", por la cual se pedía una democratización de la facu, y algunos beneficios merecidos y necesarios (gobierno tripartito de la Universidad, establecimiento de la"cátedra paralela", etc).
No es que quiera ahondar en los colores ideológicos-políticos de la época, pues lo que me concierne ahora es otra cosa (que tiene sus matices políticos, claro está), pero es gracias a una gestión memorable de Hipólito Irigoyen, la Reforma es institucionalizada y los estatutos de la Universidad son reformados y mejorados. Debo decir, que he encontrado pocos gobiernos patrios (haciendo este análisis desde el punto de vista de una lectora obligada de la historia argentina, por cuestiones de materias unversitarias, jaja) a los cuales se los pueda tildar de casi impecables. Habrá tenido sus falencias, pero ¡cuántas cosas para destacar! ... Primer presidente electo mediante el sufragio obligatorio, secreto e individual; neutralidad ante los tire y afloje de las potencias involucradas en la Primera Guerra Mundial, política de estatización y recuperación de tierras y servicios públicos ... Y bueno, ¡La institucionalización de la Reforma Universitaria! ...

A casi 90 años de este acontecimiento, creo que debería explicar el por qué de mi "homenaje". Las heridas en el cuerpo de la Nación son muchas y muy dolorosas. Los ciudadanos argentinos conmemoramos el aniversario de la última dictadura militar (la más fresca y aún sin cicatrizar), el aniversario de la Guerra de Malvinas, pero olvidamos poner tanto énfasis en fechas como el aniversario de nuestra declaración de Independencia, o de la Reforma Universitaria, que significaron avances importantes para nuestra sociedad, modificando y beneficiando (ampliando) nuestro sentido de identidad.

Y es que fueron pibes, como vos que estás leyendo esta nota, y como yo, que en momentos en los que la democracia era un sistema nuevo y casi desconocido (sin nombrar el calificativo "mal aplicada") , se animaron a reinventarla, se animaron a dar mucho por un país todavía nuevo, todavía en formación, todavía inexperto. Quisieron y pudieron, intentaron y lograron. En los albores del siglo XX, una ola reformadora, de gran importancia social y política, recorrió toda latinoamérica, y surgió en Córdoba, ni más ni menos que en mi país, bajo la bandera albiceleste, bajo el clamor de la juventud que comenzaba a participar con toda la tripa y todo el corazón.

Nai.

Para quien quiera leerla:

Manifiesto de la Reforma Universitaria

REFORMA UNIVERSITARIA DE 1918
La Juventud Argentina de Córdoba a los hombres libres de Sudamérica
Manifiesto de Córdoba
21 de junio de 1918Tomado de Federación Universitaria de Buenos Aires

Hombres de una República libre, acabamos de romper la última cadena que, en pleno siglo XX, nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resuelto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que quedan son las libertades que faltan. Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana.
La rebeldía estalla ahora en Córdoba y es violenta porque aquí los tiranos se habían ensoberbecido y era necesario borrar para siempre el recuerdo de los contrarrevolucionarios de Mayo. Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y —lo que es peor aún— el lugar donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara. Las universidades han llegado a ser así fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la ciencia frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio burocrático. Cuando en un rapto fugaz abre sus puertas a los altos espíritus es para arrepentirse luego y hacerles imposible la vida en su recinto. Por eso es que, dentro de semejante régimen, las fuerzas naturales llevan a mediocrizar la enseñanza, y el ensanchamiento vital de organismos universitarios no es el fruto del desarrollo orgánico, sino el aliento de la periodicidad revolucionaria.
Nuestro régimen universitario —aún el más reciente— es anacrónico. Está fundado sobre una especie de derecho divino; el derecho divino del profesorado universitario. Se crea a sí mismo. En él nace y en él muere. Mantiene un alejamiento olímpico. La federación universitaria de Córdoba se alza para luchar contra este régimen y entiende que en ello le va la vida. Reclama un gobierno estrictamente democrático y sostiene que el demos universitario, la soberanía, el derecho a darse el gobierno propio radica principalmente en los estudiantes. El concepto de autoridad que corresponde y acompaña a un director o a un maestro en un hogar de estudiantes universitarios no puede apoyarse en la fuerza de disciplinas extrañas a la sustancia misma de los estudios. La autoridad, en un hogar de estudiantes, no se ejercita mandando, sino sugiriendo y amando: enseñando.
Si no existe una vinculación espiritual entre el que enseña y el que aprende, toda enseñanza es hostil y por consiguiente infecunda. Toda la educación es una larga obra de amor a los que aprenden. Fundar la garantía de una paz fecunda en el artículo conminatorio de un reglamento o de un estatuto es, en todo caso, amparar un régimen cuartelario, pero no una labor de ciencia. Mantener la actual relación de gobernantes a gobernados es agitar el fermento de futuros trastornos. Las almas de los jóvenes deben ser movidas por fuerzas espirituales. Los gastados resortes de la autoridad que emana de la fuerza no se avienen con lo que reclaman el sentimiento y el concepto moderno de las universidades. El chasquido del látigo sólo puede rubricar el silencio de los inconscientes o de los cobardes. La única actitud silenciosa, que cabe en un instituto de ciencia es la del que escucha una verdad o la del que experimenta para crearla o comprobarla.
Por eso queremos arrancar de raíz en el organismo universitario el arcaico y bárbaro concepto de autoridad que en estas casas de estudio es un baluarte de absurda tiranía y sólo sirve para proteger criminalmente la falsa dignidad y la falsa competencia. Ahora advertimos que la reciente reforma, sinceramente liberal, aportada a la Universidad de Córdoba por el doctor José Nicolás Matienzo no ha inaugurado una democracia universitaria; ha sancionado el predominio de una casta de profesores. Los intereses creados en torno de los mediocres han encontrado en ella un inesperado apoyo. Se nos acusa ahora de insurrectos en nombre de un orden que no discutimos, pero que nada tiene que hacer con nosotros. Si ello es así, si en nombre del orden se nos quiere seguir burlando y embruteciendo, proclamamos bien alto el derecho a la insurrección. Entonces la única puerta que nos queda abierta a la esperanza es el destino heroico de la juventud. El sacrificio es nuestro mejor estímulo; la redención espiritual de las juventudes americanas nuestra única recompensa, pues sabemos que nuestras verdades lo son —y dolorosas— de todo el continente. ¿Que en nuestro país una ley —se dice—, la ley de Avellaneda, se opone a nuestros anhelos? Pues a reformar la ley, que nuestra salud moral lo está exigiendo.
La juventud vive siempre en trance de heroísmo. Es desinteresada, es pura. No ha tenido tiempo aún de contaminarse. No se equivoca nunca en la elección de sus propios maestros. Ante los jóvenes no se hace mérito adulando o comprando. Hay que dejar que ellos mismos elijan sus maestros y directores, seguros de que el acierto ha de coronar sus determinaciones. En adelante, sólo podrán ser maestros en la república universitaria los verdaderos constructores de almas, los creadores de verdad, de belleza y de bien.
Los sucesos acaecidos recientemente en la Universidad de Córdoba, con motivo de la elección rectoral, aclaran singularmente nuestra razón en la manera de apreciar el conflicto universitario. La federación universitaria de Córdoba cree que debe hacer conocer al país y a América las circunstancias de orden moral y jurídico que invalidan el acto electoral verificado el 15 de junio. Al confesar los ideales y principios que mueven a la juventud en esta hora única de su vida, quiere referir los aspectos locales del conflicto y levantar bien alta la llama que está quemando el viejo reducto de la opresión clerical. En la Universidad Nacional de Córdoba y en esta ciudad no se han presenciado desórdenes; se ha contemplado y se contempla el nacimiento de una verdadera revolución que ha de agrupar bien pronto bajo su bandera a todos los hombres libres del continente. Referiremos los sucesos para que se vea cuánta razón nos asistía y cuánta vergüenza nos sacó a la cara la cobardía y la perfidia de los reaccionarios. Los actos de violencia, de los cuales nos responsabilizamos íntegramente, se cumplían como en el ejercicio de puras ideas. Volteamos lo que representaba un alzamiento anacrónico y lo hicimos para poder levantar siquiera el corazón sobre esas ruinas. Aquellos representan también la medida de nuestra indignación en presencia de la miseria moral, de la simulación y del engaño artero que pretendía filtrarse con las apariencias de la legalidad. El sentido moral estaba obscurecido en las clases dirigentes por un fariseísmo tradicional y por una pavorosa indigencia de ideales.
El espectáculo que ofrecía la asamblea universitaria era repugnante. Grupos de amorales deseosos de captarse la buena voluntad del futuro rector exploraban los contornos en el primer escrutinio, para inclinarse luego al bando que parecía asegurar el triunfo, sin recordar la adhesión públicamente empeñada, el compromiso de honor contraído por los intereses de la universidad. Otros —los más— en nombre del sentimiento religioso y bajo la advocación de la Compañía de Jesús, exhortaban a la traición y al pronunciamiento subalterno. (¡Curiosa religión que enseña a menospreciar el honor y deprimir la personalidad! ¡Religión para vencidos o para esclavos!). Se había obtenido una reforma liberal mediante el sacrificio heroico de una juventud. Se creía haber conquistado una garantía y de la garantía se apoderaban los únicos enemigos de la reforma. En la sombra los jesuitas habían preparado el triunfo de una profunda inmoralidad. Consentirla habría comportado otra traición. A la burla respondimos con la revolución. La mayoría representaba la suma de la represión, de la ignorancia y del vicio. Entonces dimos la única lección que cumplía y, espantamos para siempre la amenaza del dominio clerical.
La sanción moral es nuestra. El derecho también. Aquellos pudieron obtener la sanción jurídica, empotrarse en la ley. No se lo permitimos. Antes de que la iniquidad fuera un acto jurídico, irrevocable y completo, nos apoderamos del salón de actos y arrojamos a la canalla, sólo entonces amedrentada, a la vera de los claustros. Que esto es cierto, lo patentiza el hecho de haber, a continuación, sesionado en el propio salón de actos la federación universitaria y de haber firmado mil estudiantes sobre el mismo pupitre rectoral, la declaración de huelga indefinida.
En efecto, los estatutos reformados disponen que la elección de rector terminará en una sola sesión, proclamándose inmediatamente el resultado, previa lectura de cada una de las boletas y aprobación del acta respectiva. Afirmamos, sin temor de ser rectificados, que las boletas no fueron leídas, que el acta no fue aprobada, que el rector no fue proclamado, y que, por consiguiente, para la ley, aún no existe rector de esta universidad.
La juventud universitaria de Córdoba afirma que jamás hizo cuestión de nombres ni de empleos. Se levantó contra un régimen administrativo, contra un método docente, contra un concepto de autoridad. Las funciones públicas se ejercitaban en beneficio de determinadas camarillas. No se reformaban ni planes ni reglamentos por temor de que alguien en los cambios pudiera perder su empleo. La consigna de «hoy para ti, mañana para mí», corría de boca en boca y asumía la preeminencia de estatuto universitario. Los métodos docentes estaban viciados de un estrecho dogmatismo, contribuyendo a mantener a la universidad apartada de la ciencia y de las disciplinas modernas. Las elecciones, encerradas en la repetición interminable de viejos textos, amparaban el espíritu de rutina y de sumisión. Los cuerpos universitarios, celosos guardianes de los dogmas, trataban de mantener en clausura a la juventud, creyendo que la conspiración del silencio puede ser ejercitada en contra de la ciencia. Fue entonces cuando la oscura universidad mediterránea cerró sus puertas a Ferri, a Ferrero, a Palacios y a otros, ante el temor de que fuera perturbada su plácida ignorancia. Hicimos entonces una santa revolución y el régimen cayó a nuestros golpes.
Creímos honradamente que nuestro esfuerzo había creado algo nuevo, que por lo menos la elevación de nuestros ideales merecía algún respeto. Asombrados, contemplamos entonces cómo se coaligaban para arrebatar nuestra conquista los más crudos reaccionarios.
No podemos dejar librada nuestra suerte a la tiranía de una secta religiosa, ni al juego de intereses egoístas. A ellos se nos quiere sacrificar. El que se titula rector de la Universidad de San Carlos ha dicho su primera palabra: «Prefiero antes de renunciar que quede el tendal de cadáveres de los estudiantes». Palabras llenas de piedad y de amor, de respeto reverencioso a la disciplina; palabras dignas del jefe de una casa de altos estudios. No invoca ideales ni propósitos de acción cultural. Se siente custodiado por la fuerza y se alza soberbio y amenazador. ¡Armoniosa lección que acaba de dar a la juventud el primer ciudadano de una democracia universitaria! Recojamos la lección, compañeros de toda América; acaso tenga el sentido de un presagio glorioso, la virtud de un llamamiento a la lucha suprema por la libertad; ella nos muestra el verdadero carácter de la autoridad universitaria, tiránica y obcecada, que ve en cada petición un agravio y en cada pensamiento una semilla de rebelión.
La juventud ya no pide. Exige que se le reconozca el derecho a exteriorizar ese pensamiento propio en los cuerpos universitarios por medio de sus representantes. Está cansada de soportar a los tiranos. Si ha sido capaz de realizar una revolución en las conciencias, no puede desconocérsele la capacidad de intervenir en el gobierno de su propia casa.
La juventud universitaria de Córdoba, por intermedio de su federación, saluda a los compañeros de América toda y les incita a colaborar en la obra de libertad que inicia.

Enrique F. Barros, Horacio Valdés, Ismael C. Bordabehere, presidentes — Gumersindo Sayago — Alfredo Castellanos — Luis M. Méndez — Jorge L. Bazante — Ceferino Garzón Maceda — Julio Molina — Carlos Suárez Pinto — Emilio R. Biagosh — Angel J. Nigro — Natalio J. Saibene — Antonio Medina Allende — Ernesto Garzón.